Es incuestionable que hoy
estemos viviendo en la Era Digital o de la Información, a la que la sociedad se
ha ido adaptando de una forma rápida y que ha ido incorporando a su día a día
el uso de la tecnología digital.
Esta transformación también
ha tenido lugar en el sistema educativo y en muchos centros educativos a través
de incorporación de ordenadores y pizarras digitales en las aulas o la
sustitución de libros de texto de papel por libros digitales que el alumnado
puede leer e interactuar a través de un dispositivo como una tablet. Tanto el
profesorado como el alumnado han participado en esta transformación.
Sin embargo, ¿cómo afecta la
introducción de las nuevas tecnologías a la enseñanza de lenguas?
Si por un instante nos trasladáramos
atrás en el tiempo, no hace más de veinte o treinta años, los profesores de
idiomas, especialmente aquellos que enseñaban su lengua materna en el
extranjero, y pensáramos en los medios que tenían para acceder a material real
y actual, es fácil pensar que éste contaba básicamente con su libro de texto y
como mucho algún material que podía traerse de su país de origen cada vez que
lo visitaba: revistas, panfletos, postales, planos de metro periódicos… Sin
embargo, tan sólo con la aparición del acceso a internet supuso una transformación
al acceso de material e información de forma rápida y en cualquier lugar
geográfico.
En este sentido, la
incorporación de las nuevas tecnologías a la enseñanza de idiomas surge, en
primer lugar, de la necesidad de adaptación a la sociedad, a la modernización
del contexto del aula. El uso cada vez mayor de las nuevas tecnologías ha
cambiado el enfoque de la enseñanza-aprendizaje de las lenguas de una manera
beneficiosa y que continúa desarrollándose realizando continuas mejoras.
Por una parte, las nuevas
tecnologías pueden utilizarse en las clases presenciales ofreciendo la oportunidad
de enseñar y aprender a través de medios audio-visuales, más motivadores para los
aprendientes de una lengua.
En este sentido, la incorporación de las nuevas tecnologías a la enseñanza de idiomas surge, en primer lugar, de la necesidad de adaptación a la sociedad, a la modernización del contexto del aula. El uso cada vez mayor de las nuevas tecnologías ha cambiado el enfoque de la enseñanza-aprendizaje de las lenguas de una manera beneficiosa y que continúa desarrollándose realizando continuas mejoras.
Sin embargo, por otra parte
las nuevas tecnologías pueden utilizarse en clases en línea. En este ámbito, ofrecen
la oportunidad a un aprendiente de que tenga la necesidad de realizar un curso
online de idiomas en su país de origen y de que el profesor nativo esté en otro
país o ciudad diferente a la del aprendiz. De esta manera, las clases tienen
lugar a través de una videoconferencia favoreciendo la flexibilidad horaria al
alumno. Ésta es una reciente realidad, una nueva modalidad para la enseñanza de
idiomas configurándose así un “aula virtual”. Además, para clases en línea en
grupo donde los alumnos están geográficamente distantes, el uso de las nuevas
tecnologías les favorece siendo éstas un punto de encuentro y un puente de
comunicación, a través de correos electrónicos, videoconferencias, chats…
Dado que las nuevas
tecnologías permiten compartir información en cualquier momento, en cualquier
lugar y de forma inmediata, éstas favorecen la enseñanza colaborativa en la
enseñanza en línea, aprendiendo los unos de los otros a través de las
lecturas de su participación en un tablero de discusión o un foro.
Asimismo, promueven el proceso
de desarrollo de trabajo autónomo del alumno y que éste desarrolle, en
ocasiones, su creatividad a través del auto-aprendizaje.
Cabe destacar también la
influencia de éstas en el profesor de idiomas debido a la amplia gama de
material actual y auténtico que ofrece para la preparación de la clase:
audio-visual, periódicos digitales, noticias de televisión, fragmentos de
películas, anuncios, reportajes, etc.
Cabe añadir también que las TICs ofrecen
a los aprendientes de una lengua la oportunidad de tener acceso a través de
internet a la cultura meta con material real y actual de una forma rápida y
sencilla.
Por último, un beneficio
para el aprendiente de una lengua es que va a tener un fácil acceso con
hablantes nativos y poder así poner en práctica lo que aprenden a través de
herramientas como el chat, foros, etc.
En definitiva, el uso de las
nuevas tecnologías en la enseñanza de lenguas abre un nuevo y amplio abanico de posibilidades y con grandes
beneficios, con una tendencia de uso cada vez mayor.
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